Ciudades Líquidas

La obra responde a una inquietud interior sobre la sociedad que hoy vivimos: la sociedad líquida que ya alertaba Bauman y que tiene su máxima representación en las ciudades líquidas. Viejos edificios se levantan tambaleantes sobre cimientos ya líquidos, cimientos que se derriten en una sociedad sin referentes, que no profundiza en nada y que destruye con persistencia la huella del pasado: el tiempo también es líquido. Todo es pasajero, relativo: es caos. El perpetuo cambio es en forma, el reflejo de un nuevo advenimiento: el de la robótica inteligente, el pensamiento digital y la nueva burocratización de una moral equivocadamente transparente y modulable. Vivimos un momento final hacia un nuevo silencio: y es, precisamente, esta certidumbre la que amenaza inexorablemente el equilibrio de nuestra humanidad.

Esta investigación se presenta en una colección de cuadros de técnica mixta que combina la transferencia fotográfica con las técnicas más clásicas del grafito, lápiz, tinta, ceras y acuarela sobre tabla y yeso.